La pizarra se ha utilizado desde hace mucho tiempo para la construcción y los acabados del hogar. Hace años se utilizaba casi exclusivamente para los tejados, pero hoy en día es muy común elegir la pizarra tanto para fachadas como para suelos, sobre todo por su elegancia y sus múltiples tonalidades que recuerdan a la naturaleza y aportan armonía y calidez al hogar.
De todas maneras, no solo elegimos la pizarra por sus características estéticas, sino que también es uno de los materiales más interesantes para la construcción porque se trata de un fantástico aislante térmico.
La pizarra protege nuestro hogar de las temperaturas extremas, tanto las más cálidas como las más frías. Eso hace que el interior de la casa se mantenga siempre una temperatura agradable y no tengamos que gastar tanto en sistemas de climatización. Además, la pizarra natural es un material muy resistente y con una gran durabilidad.
Sin embargo, como todos los materiales, hay que tener en cuenta algunos aspectos importantes para su correcto cuidado. En este caso, debemos saber que la pizarra es un material especialmente sensible a la humedad. Esto se debe a que, al tratarse de piedra natural, tiene una alta porosidad y por ello puede absorber la humedad fácilmente.
Si dejamos la pizarra sin tratar es posible que pronto encontremos manchas de musgo, verdín o salitre en el exterior y manchas domésticas en el interior.
Muchas personas creen que este tipo de manchas son inevitables, pero lo cierto es que podemos prevenir su aparición simplemente realizando un tratamiento que proteja el suelo o la fachada de pizarra frente a estos factores, saturando sus poros para que éstos no absorban la humedad.
En este sentido, es imprescindible elegir correctamente el producto a utilizar, porque si aplicamos un barniz que no sea específico para piedra natural, éste producto no permitirá transpirar la superficie y terminará estropeando la pizarra.
Hoy te vamos a contar cuál es el tratamiento adecuado y qué pasos seguir para que tus suelos o paredes de pizarra queden totalmente protegidos por muchos años.
Primer paso: limpieza previa al tratamiento
En primer lugar deberías analizar de qué está manchado el suelo de pizarra.
- Si la pizarra es de reciente colocación posiblemente encuentres manchas ocasionadas por la obra. En este caso lo más recomendable es utilizar Sanet para eliminar los restos del rejuntado y las manchas de la obra. Sanet se diluye con agua y se aplica con una fregona o una esponja. Seguidamente se debe frotar con un cepillo o un estropajo y finalmente se debe aclarar con abundante agua limpia.
- En cambio, si la pizarra ya lleva tiempo instalada, probablemente encontrarás manchas domésticas o restos de tratamientos antiguos. En ese caso, lo ideal es utilizar Sanigel diluído con agua. Tras aplicarlo con una fregona o esponja, se debe dejar actuar unos diez minutos y, pasado ese tiempo, se debe frotar con un cepillo o estropajo para eliminar las manchas y decapar el tratamiento antiguo. Finalmente se aclara con agua limpia y la pizarra habrá quedado como nueva.
Después de realizar esta limpieza, tanto con Sanet como con Sanigel, es muy importante respetar el tiempo de secado y no pisar el suelo durante ese tiempo para evitar que queden huellas. Para garantizar que se ha secado completamente, recomendamos esperar un par de días antes de continuar con el siguiente paso.
Segundo paso: Tratamiento de la pizarra para saturar su porosidad
El objetivo del tratamiento es saturar los poros de la pizarra para así protegerla contra la humedad y contra las manchas domésticas. Este tratamiento sirve tanto para pavimentos de exterior como de interior. Además, podrás elegir el producto según el tono y el acabado que desees para la pizarra:
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Tonalidad natural: Si deseas mantener la tonalidad natural de la pizarra y quieres que el acabado sea mate, te recomendamos utilizar Bellatrix Natural. Este producto está especialmente indicado para aplicar en piedra natural y protege contra la salida de eflorescencias salinas, contra las inclemencias del tiempo (incluso el hielo) y contra las manchas domésticas. Además, este producto mantiene la característica antideslizante de la pizarra, algo ideal si se trata del suelo de un baño, una cocina, o el suelo del exterior de tu hogar.
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Tonalidad intensa y acabado satinado: Si deseas que la pizarra tenga un ligero brillo y que la tonalidad sea algo más intensa, reavivando los colores y el veteado de la pieza, entonces te recomendamos utilizar Bellatrix Efecto Mojado. Además de gozar de las características de Bellatrix Natural, su efecto mojado facilita la limpieza y es todavía más efectivo contra las manchas domésticas, por lo que es muy recomendable para zonas de mucho tránsito como salones y pasillos.
Bellatrix es una resina transpirable que penetra en los poros para impermeabilizar la pizarra, de manera que actúa como una barrera entre la piedra y la humedad o las manchas domésticas. Además, previene el desgaste de la piedra aumentando su durabilidad y resistencia.
Cómo aplicar Bellatrix Natural y Bellatrix Efecto Mojado
En ambos casos la aplicación es idéntica y muy sencilla. Para aplicar Bellatrix necesitarás una brocha ancha. Agita el envase enérgicamente y vierte el producto sobre una cubeta limpia sin diluir. Teniendo el suelo totalmente limpio y seco, aplica una mano con la brocha de forma uniforme sobre todas las piezas. Es importante estirar el producto, es decir, repartirlo bien para que no queden charcos.
Puedes ver en este vídeo cómo se aplica Bellatrix y sus resultados:
El secado es muy rápido al tacto, aunque el producto actúa en profundidad pasadas 24 horas y recomendamos no pisar el suelo en ese plazo de tiempo para evitar dejar huellas.
Hemos hablado especialmente de la pizarra, pero Bellatrix Natural y Bellatrix Efecto Mojado son ideales para todo tipo de piedra natural y también para mosaico hidráulico.
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