Los suelos de mármol, granito y terrazo tienen como característica común su elegancia y su versatilidad. Todos ellos cuentan con una amplia gama de colores que facilitan mucho su combinación en todo tipo de estancias, desde hogares hasta negocios. También coinciden en ser pavimentos muy duraderos y resistentes, así como en su precioso brillo, que necesita de un adecuado mantenimiento para que perdure.
Suelos de mármol
El mármol es una piedra natural que aporta mucho estilo y elegancia, además de crear espacios muy originales gracias a su infinidad de colores, diseños y acabados. Además es muy duradero y resistente.
Suelos de granito
El granito es una roca ígnea que aporta gran belleza a la estancia, su brillo es único y, al igual que ocurre con el mármol, existe gran variedad de colores y diseños que llenan de personalidad el ambiente. Por su dureza, los suelos de granito son extremadamente resistentes, incluso más que el mármol y el terrazo.
Suelos de terrazo
Los suelos de terrazo están fabricados con una mezcla de rocas -generalmente mármol- y cemento. Se empezó a utilizar para reutilizar los restos de mármol, pero su uso se extendió por su versatilidad, ya que al cemento se le pueden añadir pigmentos para darle el color deseado, y se pueden utilizar rocas de tamaños muy diversos, con lo que se obtienen suelos únicos que aportan personalidad y distinción a la estancia. Suelen ser pavimentos muy brillantes gracias al pulido de la superficie que se realiza tras su colocación, y el precio de este tipo de suelos suele ser más asequible que el del mármol o granito.
Mantenimiento de suelos de mármol, granito y terrazo
Como habrás visto, los tres tipos de suelo tienen muchas características en común, por ello su mantenimiento también es muy similar, es decir, requieren de unos cuidados especiales para mantener su característico brillo y elegancia.
Tanto los suelos de mármol como los de granito y terrazo se van deteriorando debido al uso y van perdiendo el brillo. Cuando eso ocurre el suelo empieza a adquirir un aspecto más apagado y envejecido.
Esto también puede ocurrir si no se utilizan los productos de limpieza cotidiana adecuados. Por ejemplo, se desaconseja totalmente el uso de vinagres o cualquier tipo de ácidos porque estos corroen el material y lo dejan sin brillo.
Qué hacer cuando el suelo de mármol, granito o terrazo ha perdido el brillo
En el caso de que tu suelo ya lleve unos años instalado y veas que ha perdido ese brillo que te enamoró el primer día, no te preocupes. El brillo se puede recuperar y podrás volver a disfrutar de un precioso suelo por mucho tiempo.
Para volver a abrillantar estos tipos de suelo es necesario disponer de una máquina de cristalizar y un producto cristalizador adecuado. Para los suelos de mármol, granito y terrazo, el más adecuado es el Cristalizador de Monestir, fabricado especialmente para el vitrificado abrillantado de estos tres tipos de pavimentos.
Como su nombre indica, aporta un brillo cristalizado al suelo, el mismo brillo que tenía en sus mejores días, de manera que quedará totalmente renovado.
El Cristalizador de Monestir cuenta con un efecto antideslizante, así que no te tendrás que preocupar por si ese brillo pudiera provocar resbalones, la respuesta es no. Además también tiene un efecto antihuellas.
Cómo aplicar el Cristalizador de Monestir
Como hemos comentado más arriba, el Cristalizador de Monestir se debe aplicar con una máquina de cristalizar. Está recomendado especialmente para máquinas de bajas revoluciones (entre 200 y 400 r.p.m).
Para su aplicación también será necesario disponer de lana de acero, y se recomienda especialmente la del nº2, por su textura esponjosa que facilita la penetración del producto en el suelo de forma totalmente uniforme y sin rayar la superficie.
Antes de proceder a la aplicación del producto debes asegurarte de tener el suelo totalmente limpio de manchas y polvo, y por supuesto, despejado de muebles. Además, debes proteger los zócalos si éstos son de aluminio, madera o cerámica, ya que se trata de un producto cáustico que podría dañar los zócalos.
Cuando ya lo tienes todo listo, llega el momento de aplicar el producto. La cantidad que deberás utilizar depende de lo dañado que esté el suelo. Si el suelo está muy dañado se necesitan unos 100-150 cm3 por cada m2. En cambio si el suelo está todavía bastante bien, es decir, que no ha perdido todo su brillo original, es suficiente con unos 25-50 cm3 por cada m2.
Una vez elegida la cantidad de producto que vas a necesitar, coloca el líquido en el suelo e, inmediatamente, coloca la máquina de cristalizar encima y repártelo rápidamente por áreas de unos 2 o 3 m2, haciendo pasadas paralelas y entrecruzadas para asegurarte que el producto se distribuye de manera uniforme.
Repite el proceso hasta cubrir toda la superfície. Verás que los resultados son visibles muy rápidamente, el suelo toma el brillo inmediatamente y queda como nuevo.
Ventajas de realizar el proceso de cristalizado en suelos de mármol, granito y terrazo
Este proceso de cristalizado, además de devolverle al suelo su precioso brillo, crea una capa de protección contra cualquier tipo de agresión como manchas y golpes, de manera que el suelo será todavía más resistente y se alargará su durabilidad.
Por otro lado, su efecto antihuellas facilita mucho la limpieza, dejándolo impecable con muy poco esfuerzo.
Pero sin duda, el mayor beneficio es que volverás a disfrutar de un suelo brillante y renovado, y devolverás a tu hogar ese aspecto elegante y lujoso que tenía el primer día.
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