La cocina es una parte de la casa que requiere de una limpieza especialmente minuciosa. Más allá de la limpieza diaria, es importante limpiarla en profundidad cada cierto tiempo para evitar que se acumule la grasa, el polvo y posibles restos de alimentos.
La frecuencia de la limpieza en profundidad de la cocina depende de lo mucho que cocines en tu casa, pero por lo general, si vives en familia y cocinas tanto de día como de noche, esta limpieza debería ser cada dos semanas aproximadamente.
Los vapores, humos y la grasa del cocinado van creando una película sobre todas las zonas menos accesibles que no limpiamos a diario. Si no retiramos esa capa de grasa, cada vez acumulará más suciedad y polvo.
¿No te ha pasado que el día que te decides a utilizar una espátula o una bandeja especial, la encuentras aceitosa y llena de suciedad? Eso significa que tu cocina necesita una limpieza profunda urgente y hoy vamos a explicar cómo realizar esta limpieza para que sea lo más rápida posible y súper efectiva.
¡Vamos allá!
1. Eliminamos la grasa del filtro de la campana
Este es un paso fundamental por la importancia que tiene la campana extractora dentro del mantenimiento de una cocina limpia, ya que cuando el filtro está sucio, le cuesta mucho más aspirar los vapores y humos y entonces éstos se escapan hacia el resto de la cocina.
Como la acumulación de grasa es muy intensa en el filtro de la campana, no sirve cualquier quitagrasas.
Más bien dicho, con la mayoría de quitagrasas tendrás que realizar tres o cuatro aplicaciones del producto para eliminar completamente la suciedad, y eso significa que vas a tardar mucho y deberás dedicar un gran esfuerzo en algo que, con un producto más potente, podrías terminar muy rápidamente.
A todos nos da un poco de pereza limpiar el filtro de la campana, pero es más llevadero si dispones de un producto súper efectivo que te deja el filtro como nuevo con el mínimo esfuerzo, ¿verdad?
Hemos probado muchos productos, pero el que nos parece más efectivo hasta el momento es el Limpiador de cristales, chimeneas y barbacoas de Monestir.
Es especialmente útil para el filtro de la campana, pero también será un aliado perfecto para cualquier otro rincón que precise de una limpieza intensa, como los fogones, barbacoas, hornos y chimeneas. Según nuestra experiencia, es el producto más potente que hemos encontrado contra la grasa.
El proceso para limpiar utilizando este producto es el siguiente:
- Retira el filtro y colócalo sobre la bandeja del horno o sobre algún cubo suficientemente ancho.
- Pulveriza el Limpiador sobre el filtro y déjalo actuar entre 5 y 10 minutos.
- Friega con un cepillo o un estropajo para retirar la grasa más adherida y enjuaga el filtro en abundante agua caliente.
- Para terminar, te recomendamos pasar un papel absorbente por la superficie y dejarlo secar. ¡Listo!
2. Limpiamos los utensilios, potes, jarrones y otros elementos que están expuestos.
El siguiente paso consiste en retirar de la cocina todos los utensilios que quedan a la vista, es decir, que no están protegidos dentro de armarios o cajones. Si tienes lavavajillas, puedes aprovechar para limpiar todos estos elementos de una vez y sin esfuerzo. En caso contrario, te recomendamos pulverizar el mismo producto que antes, el limpiador de Cristales, chimeneas y barbacoas de Monestir, antes de usar tu detergente habitual. Así te será mucho más fácil retirar la grasa.
3. Limpiamos las baldosas y juntas.
Primero te recomendamos que quites la grasa acumulada. Para ello, de nuevo, nuestra recomendación es utilizar el limpiador de Cristales, chimeneas y barbacoas de Monestir, porque con una sola pasada vas a retirar toda la grasa y polvo. ¡Además así, con un solo producto puedes limpiarlo todo! Pulveriza el producto, déjalo actuar (en este caso con 3 minutos tendrás suficiente) y retíralo con un paño húmedo. Termina el proceso secando la pared con papel absorbente.
Si te parece que ese producto va a ser demasiado potente para tus baldosas, entonces mejor elige el Quitagrasas de Monestir, un producto también muy efectivo que se puede aplicar sobre hornos, azulejos, electrodomésticos y en general sobre todas las partes de la cocina y barbacoas.
Después de retirar la grasa de la pared, te recomendamos que limpies las juntas. Este paso no es necesario hacerlo con tanta frecuencia, pero sí cada 6 meses aproximadamente o siempre que veas que las juntas se empiezan a ennegrecer.
Para dejarlas blancas como el primer día, te recomendamos utilizar el Limpia Juntas de Monestir. Este producto se debe pulverizar sobre las juntas y es tan efectivo que solo necesita actuar unos segundos para hacer efecto. Pasa un cepillo o estropajo suave sobre las juntas y acláralo con agua. ¡Los resultados son fantásticos!
También puedes aprovechar el LimpiaJuntas de Monestir para las juntas de las baldosas de todo tipo de suelos y, por supuesto, en las juntas del baño (excepto si las juntas están manchadas de moho, en cuyo caso te recomendamos el Limpia Moho de Monestir).
4. Limpiamos los armarios y cajones.
Cuando haces una limpieza en profundidad, es muy recomendable retirar todos los productos de los cajones y armarios. Si ves que las puertas de los armarios están un poco grasientas o con marcas de dedos, es buen momento para pasar un paño húmedo con unas gotas del producto Quitagrasas.
Aprovecha para retirar los alimentos que pudieran estar caducados y reorganizar tus espacios de almacenaje.
5. Limpiamos el suelo de la cocina a fondo.
Como en el caso de las paredes, es recomendable que el suelo se limpie a conciencia cada cierto tiempo.
Te recomendamos que empieces limpiando las juntas con el Limpia Juntas de Monestir, aplicándolo igual que hemos explicado en el caso de las paredes y, seguidamente, limpies el suelo con el Limpiador Abrillantador para suelos de gres, porcelánicos y azulejos.
Este limpiador evita la acumulación de cal y devuelve el brillo al suelo, además de dejar un agradable perfume. Se aplica diluyéndolo en agua limpia y fregando de la forma habitual y se puede utilizar diariamente.
Ya ves que con pocos productos puedes realizar una limpieza a fondo de tu cocina y eliminar por completo la grasa, restos de humo, polvo y posibles restos de alimentos. Así, tu cocina lucirá brillante y se mantendrá el perfectas condiciones por mucho tiempo.
Tener la cocina limpia no es solo una cuestión de higiene, es esencial para tu salud y la de los tuyos.
Así que... ¡fuera pereza! Ponte una música animada y a por ello: siguiendo estos pasos lo tendrás todo impecable en menos de lo que te imaginas. Además, la satisfacción que vas a sentir cuando veas tu cocina ordenada e impecable... no tiene precio.
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