Las baldosas de mosaico hidráulico son un tipo de baldosas coloristas que nos recuerdan a otras épocas y que hoy en día vuelven a estar de moda por darle un aspecto vintage y moderno al hogar. Estos suelos se caracterizan por la originalidad de sus motivos, algo que aporta una gran personalidad a la estancia y dice mucho de sus propietarios.
Aunque las baldosas de mosaico hidráulico requieren de unos cuidados especiales, una vez tratadas se convierten en suelos altamente resistentes y antideslizantes, de manera que son una estupenda elección para casas, oficinas, hoteles, museos o cualquier otro local que desee impresionar a sus visitantes.
¿Cómo son las baldosas de mosaico hidráulico?
Las baldosas hidráulicas se elaboran de manera artesanal comprimiendo cemento, polvo de mármol blanco, arena y pigmentos de color mediante una prensa hidráulica, pieza a pieza. La diferencia entre las baldosas hidráulicas y las baldosas de cerámica es que las primeras no están cocidas, de manera que son mucho más porosas y absorbentes. Por ello requieren unos cuidados especiales y una capa protectora para protegerlas de las manchas.
En este sentido, la marca Monestir ha creado una línea de productos para Mosaico Hidráulico que están especialmente diseñados para tratar y proteger este tipo de suelos y así conservarlos en perfectas condiciones.
¿Cómo tratar los suelos de mosaico hidráulico?
Tratar las baldosas de mosaico hidráulico implica combatir su porosidad para protegerlas de las manchas del día a día. Sin esa protección, las manchas serían absorbidas por las baldosas y resultarían prácticamente imposibles de eliminar. Por ello, los productos de tratamiento de las baldosas hidráulicas tienen un efecto impermeabilizador, es decir, repelen los líquidos evitando su absorción.
Es el caso del protector Antimancha Transparente (especial para Mosaico Hidráulico), un producto que protege frente a las manchas y evita la aparición de eflorescencias salinas y humedad.
Este producto penetra en los poros de la baldosa, es decir, actúa desde el interior en lugar de formar una capa superficial. De esta manera permite que las piezas transpiren. Además, actúa como endurecedor, evitando el desgaste de las baldosas. Al aplicar este producto se consigue mantener la tonalidad original de los colores e incluso realzar su belleza.
¿Cómo aplicar el tratamiento base?
Antes de aplicar este producto es importante tener el suelo bien limpio, libre de polvo y totalmente seco. Entonces, deberás verter el producto en un recipiente ancho y, con una brocha, ir repartiendo el producto de forma uniforme sobre las baldosas y las juntas.
Para estirar bien el producto y repartirlo uniformemente, lo más recomendable es alternar algunas pasadas verticales con otras horizontales. El producto queda seco al tacto casi de inmediato, pero no es recomendable pisarlo hasta al menos una hora y, para más seguridad, pasadas 24 horas, cuando el producto ya está perfectamente adherido.
Si quieres obtener un efecto brillante en tu suelo hidráulico te recomendamos que elijas el Protector Antimancha Efecto Mojado (especial para Mosaico Hidráulico).
Sus características y modo de aplicación son idénticas al producto que hemos explicado antes, sin embargo el efecto visual que le da a las baldosas es más brillante, con un efecto mojado satinado. En caso de elegir este producto, puedes regular el brillo que le quieres dar al suelo aplicando una sola capa si quieres conseguir un efecto mate-satinado, o dos capas si quieres un efecto mojado satinado-brillo.
El toque final para tu suelo hidráulico
Para un acabado perfecto y duradero, te recomendamos aplicar una capa de cera tras el tratamiento, idealmente una cera ecológica, como la Cera Líquida Ecológica para Mosaico Hidráulico.
Esta cera, tras ser aplicada, le da un tacto suave a las baldosas y un ligero brillo natural. Así conseguirás aportar a tu suelo de mosaico hidráulico un extra de protección contra las huellas y las rayas de los zapatos.
Debes tener en cuenta que la cera para mosaico hidráulico es un producto de terminación, es decir, que es necesario haber aplicado previamente el tratamiento de base. Así pues, 24 horas después de aplicar el tratamiento será el momento de aplicar la cera.
El modo de aplicación es idéntico al del tratamiento previo: se va repartiendo la cera con una brocha de forma uniforme, haciendo algunas pasadas en vertical y otras en horizontal, y se deja secar durante unas horas, quedando totalmente adherida a las 24 horas.
La aplicación de estos productos puede parecer un poco tediosa, pero ten en cuenta que además de ser esenciales para el correcto mantenimiento de tu suelo hidráulico, te van a facilitar muchísimo la tarea de limpieza del día a día.
Dicho de otro modo, el trabajo que realizas en esta primera etapa es trabajo que te vas a ahorrar en la limpieza posterior, y a la larga te compensa mucho. Ten en cuenta que estos productos repelen la suciedad, así que las manchas se eliminarán rápidamente pasando un trapo o, durante la limpieza semanal, pasando la mopa o una fregona bien escurrida.
En conclusión, si estás pensando instalar este tipo de baldosas en tu hogar, ten por seguro que es una estupenda opción. Vas a disfrutar de un suelo elegante, muy original y, tras el tratamiento protector, gozarás de un suelo de fácil limpieza y gran durabilidad.
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