Si estás pensando en instalar un suelo vinílico para cubrir un suelo antiguo que no te gusta, en este post te contaremos todo lo que necesitas saber.
Características de los suelos vinílicos
Los suelos vinílicos están fabricados en P.V.C. Por ello, son suelos resistentes a las manchas y a los arañazos. Se trata de suelos totalmente impermeables, y además tienen una textura antideslizante muy segura para el hogar. Se limpian muy fácilmente y apenas requieren mantenimiento.
Otra característica de los suelos vinílicos es que ofrecen una sensación muy agradable al pisarlos. El suelo vinílico amortigua la pisada, algo que además de ser confortable, reduce de una forma muy notoria el ruido y las vibraciones de los pasos.
Como ves, los suelos vinílicos son prácticos, de fácil mantenimiento y resistentes. Pero no solo eso. Hoy en día, la cantidad de diseños que existen es tanta y están tan bien logrados, que imitan a la perfección el material original.
Y lo mejor de todo es que comprar suelo vinílico es muy barato. Es, probablemente, la opción más económica que puedes elegir si deseas cambiar por completo el aspecto de un suelo viejo y pasado de moda sin gastarte un dineral.
Modelos de suelos vinílicos
El suelo vinílico imitación madera es uno de los más elegidos. Puedes decantarte, por ejemplo, por un suelo vinílico de parquet Wenge. Su tonalidad es de un marrón oscuro muy elegante, con preciosas vetas lineales.
Si te gusta más la madera de tonalidades claras, el suelo vinílico parquet Cerezo será una estupenda elección. Su tonalidad es clara, alternando colores pardos con otros más dorados. Sus vetas, ondulantes y discretas, le aportan gran calidez y realismo.
A medio camino entre los anteriores tenemos el suelo vinílico parquet Haya. Su tono medio alterna lamas más claras con otras más oscuras, aportando mucha personalidad y realismo al suelo.
En cualquiera de los tres casos, la sensación visual de estos suelos está tan bien conseguida que cuesta darse cuenta si se trata de un suelo de madera real o un suelo vinílico.
Otra opción muy popular es apostar por suelos vinílicos que imitan baldosas, especialmente las baldosas hidráulicas, que están tan de moda actualmente.
Con el suelo vinílico Hydraulic tendrás un suelo súper elegante y original, con la comodidad que aporta el suelo vinílico. Su diseño alterna baldosas con diseños en azul marino y otros en azul pastel, creando una composición muy atractiva que luce especialmente bien en cocinas y baños.
Cómo instalar suelo vinílico
Si te has decidido por el suelo vinílico por lo barato que es, seguramente también querrás instalarlo por tu cuenta. Sin duda, es la manera más económica de renovar tu suelo.
En ese caso, quizás te preguntas si es fácil instalarlo. Te encantará saber sí, especialmente cuando el suelo vinilico es enrollable, como los que tenemos en Cuidado del Hogar. En este caso no tendrás que ir encajando cada una de las lamas, lo que suele requerir mucho tiempo y cierta maña. El suelo vinílico enrollable te permitirá instalar tu suelo nuevo fácilmente, sin obras y en poco tiempo.
Antes de empezar, eso sí, debes asegurarte que lo colocarás sobre una superficie totalmente plana. De lo contrario, si hay alguna baldosa rota o bordes que resaltan en exceso, podrían quedar las marcas y ondulaciones tras la instalación.
Lo primero que debes hacer es retirar todos los muebles, limpiar tu suelo antiguo y dejarlo secar completamente.
Hecho esto, presenta la pieza vinílica y comprueba que se ajusta bien al espacio, cortando los bordes si es que sobran en exceso. Lo ideal es dejar unos 5 cm de margen a cada lado que se cortarán al final.
Hechas las comprobaciones, necesitarás mezclar cola vinílica con agua y aplicarla en el suelo con una brocha ancha. La brocha paletina canaria es ideal para este tipo de trabajos.
Extiende una capa de cola vinílica por la superficie del suelo y ve empujando el rollo vinílico ayudándote de una madera envuelta en una toalla o una manta pequeña. Eso te permitirá aplanar totalmente el suelo y asentarlo bien.
Llegados al borde de la pared, marca con una regla el lugar exacto donde se unen el suelo y la pared, y realiza un corte en horizontal con un cútex profesional. Para un acabado perfecto, es buena idea retirar los rodapiés y posteriormente volverlos a colocar, una vez instalado el suelo vinílico.
Ventajas de un suelo vinílico
Como has podido ver, el suelo vinílico es resistente al desgaste y a las manchas, es totalmente impermeable, proporciona un confort térmico y acústico excepcional y ofrece una pisada muy agradable y segura. Estas características lo hacen ideal para usar en cualquier lugar de nuestro hogar, incluso en baños y cocinas.
Deja un comentario